No pensaba yo, cuando me metí en esto, que a las cajas de madera se les podía sacar tanto provecho. Con un poco de paciencia, ciertas dosis de imaginación, dos clavos, un poco de pintura y cuatro ruedas podemos transformarlas para convertirlas en algo realmente interesante.
Para la cocina. Como estantería o carrito "frutero/auxiliar" (bueno a este le faltan la ruedas). Un buen lijado, una capa de pintura y...
Para exteriores. Una zona de ocio informal, si combinamos adecuadamente los colores puede quedar muy bien (aunque yo a esta de la foto le sacaría algun pero...) o como jardineras. Ecológico y barato.
Para la sala de estar. Una estantería con bastante buena pinta y una buena forma de reutilizar esas horrendas cajas de plástico que, a veces sin saber porque, aparecen en nuestra vida.
Para la habitación. Lacada en blanco y unas florecillas para darles un toque de color personalizado. Lo curioso es que a mí esta de la foto, que soy poco de flores y cursiladas en general, me gusta. No pegaría na' en mi casa pero es muy chula, ¿no creéis?
Para cualquier rincón. Un cómodo y económico asiento y un "pongotodo" de esos que, sobre todo para los que tenemos críos, son la mar de prácticos, sobre todo si nos curramos unas cuantas que sean apilables.
Y de momento... That's all folks, seguimos otro ratico. Espero que os vaya gustando lo que leéis por aquí y, sobre todo, que os sea útil. Nos leemos en el siguiente post. ;)
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