Las lámparas de papel blancas están bastante bien, no son del todo feas y acostumbran a ser muy baratas. Solo tienen un par de "problemillas": siempre dan sensación de provisionalidad (nunca de que han llegado para quedarse) y son muy muy neutras y muy muy sosas. ¿Que tal si las personalizamos para crear una lámpara única y "definitiva"? ¿Algo que decore y de alegría a nuestro hogar?
Solo hay que echar mano, como siempre, de la imaginación y de objetos de uso cotidiano, de esos que todos tenemos en casa (botones, servilletas decoradas, las hojas de un libro, restos de pintura acrílica,...), o material de papelería.
Con trocitos de papel de seda
Con mariposas que podemos "fabricar" nosotros mismos con papel y/o cartulina de colores
Con servilletas de papel estampadas
Con botones o cintas de raso de colores y estampados distintos
Con borlas o flores (aquí el paso a paso. De nuevo en inglés pero es muy visual)
Y para la habitación de los peques, un poco de papel de colores, una mano de pintura acrílica y poco más. ¡Seguro que les encantan!
Ya véis como con cuatro cosillas de "andar por casa" y apenas unas horas de tiempo hemos transformado una "socorrida" pero insulsa lámpara de papel blanca en un elemento de lo más decorativo y acorde con la personalidad de nuestra casa.
Y repito, como en la entrada anterior,... ¡ya no hay excusa! Bueno, bonito, barato y, sobre todo muy fácil.
Y repito, como en la entrada anterior,... ¡ya no hay excusa! Bueno, bonito, barato y, sobre todo muy fácil.
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