Por supuesto, volviendo a los origenes, fabricado con palets. Sencillito, como siempre, con un par de palets, cuatro clavos o tirafondos y un poco de barniz hacemos. ;)
Si os va el rollo rústico, este es ideal, además facilísimo. Apenas un repasito con la lija para "limar asperezas", una manita de barniz y "¡Helo aquí!". Dependiendo de la "rusticidad" inicial del palet os quedará más o menos "fino". Podéis completarlo con una repisita para darle un acabado "más profesional".
El siguiente modelo hay que currárselo un poquito más (pero muy poquito, eh!, no me os asustéis), ya que esta vez no usaremos el palet "en bruto", tenemos que desmontar la estructura y separar las tablas para volver a unirlas según nuestro gusto: en vertical, en horizontal, buscando la perfección, "arriba y abajo",... Luego una manita de barniz o pintura y si queréis darle un toque más personal: podéis añadir un texto, usarlo a modo de lienzo y pintar vuestra propia obra de arte, "vinilizarlo",...
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